El frió sigue aumentando y por eso queremos seguir hablándoos de radiadores, calderas… En esta ocasión hemos querido ayudaros con el tema del cambio de caldera.
Seguro que a muchos de vosotros os ha pasado en algún momento que de repente la caldera deja de funcionar y no sale agua caliente, ni calientan nuestros radiadores.
Llamamos a nuestros técnicos y tras mirarla detenidamente nos dan las peores noticias. Nuestra caldera no tiene arreglo, tenemos que cambiarla. Pero, ¿Qué debo tener en cuenta a la hora de cambiar la caldera?
Relacionado con la instalación de la caldera encontramos el aislamiento de nuestra vivienda. En el caso de encontrar cualquier tipo de problema de aislamiento lo primero que debemos hacer sería solucionarlos.
Otro los aspectos que deberemos comprobar es el tipo de tuberías de desagüe que tenemos en nuestra vivienda. Generalmente si nuestra instalación es antigua nos encontraremos con que las tuberías con las que contamos son de plomo, lo que nos prohibiría la instalación de una caldera de condensación. Esto se debe a que el vertido de condensados de la caldera corroería con el tiempo nuestra instalación, debido a que el PH del agua sería más ácido de lo normal.
En tercer lugar debemos comprobar de qué tipo es la salida de humos que tiene nuestra caldera. Una vez conocemos esta información, ya sabremos qué tipo de caldera podremos colocarnos y que tipo no.
Si contamos con un tiro horizontal a la fachada nuestra recomendación son las calderas estancas, mientras que si el tiro a la fachada es vertical, es decir hacia el techo de nuestro edificio serán válidas tanto las calderas atmosféricas como las estancas.
Antes de elegir nuestra caldera también debemos pararnos a pensar cuales van a ser las necesidades reales que tenemos. Con esto nos referimos principalmente a l número de metros cuadrados que posee nuestra vivienda, así como el número de baños y cocinas.
También deberemos plantearnos el uso que vamos a hacer de la vivienda y el confort térmico que deseamos. No es recomendable invertir lo mismo en una segunda vivienda que la vivienda habitual, ya que las necesidades de agua caliente y calefacción no van a ser las mismas.
Una vez tenemos claras nuestras necesidades nos podremos decantar por la potencia de nuestra caldera:
25-29 kW: hasta 150m2 para calefacción, contando con un baño completo y una cocina.
30-34 kW: hasta 175m2 para calefacción, contando con un baño completo, un aseo con ducha y cocina.
35-39 kW, hasta 200 m2 para calefacción, contando con dos baños completos, un aseo con ducha y cocina.
40-44 kW hasta 225 m2 para calefacción, contando con dos baños, dos aseos con ducha y cocina.
Desde MANCLIAR creemos que estas recomendaciones os pueden servir de ayuda a la hora de realizar vuestro cambio de caldera. No dudes en contactar con nosotros y si tienes alguna duda llámanos.
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