Según el tipo de combustible que necesitan, encontraremos en el mercado distintos tipos de calderas. Desde la de gasoil, pasando por la de gas natural, incluso las de leña. Pero, desde hace unos años, encontramos calderas eléctricas. Este tipo de calderas calientan el agua gracias a la electricidad que consumen. Dependiendo de la caldera que obtengas, el consumo será mayor o menor.
Cada vez es más frecuente encontrar este tipo de calderas en los hogares. Por eso, desde Mancliar queremos que conozcas cuáles son las características más importantes de este tipo de caldera.
Como ya acabamos de comentar, este tipo de calderas son aquellas que consumen electricidad para producir tanto agua caliente como calefacción. Según la potencia que desarrollen tanto en agua caliente y calefacción, podrán ser de dos tipos:
En cuanto a funciones, son similares que las calderas de gas, ya que ambas sirven para lo mismo. Aunque son sus componentes los que se diferencian.
En cuanto al rendimiento, es la que menos contamina entre los tipos de caldera que existen. Es decir, es una de las más adecuadas para nuestros hogares, ya que no requiere de ventilación y es posible que no desperdicie el calor que emite, por tanto, se obtiene un mayor rendimiento que otros tipos de caldera.
Este tipo de calderas se han vuelto safe testosterone gel dose sports stretching to muy populares entre los usuarios, debido a que ofrecen diversidad de beneficios y ventajas. No sólo se pueden instalar en viviendas particulares, también se pueden ubicar en edificios industriales o locales comerciales.
Como ya hemos dicho, el agua se calienta gracias a la electricidad, a través de sistemas de radiadores para obtener agua caliente sanitaria.
Este tipo de caldera se puede instalar en cualquier lugar en el que encontremos suministro de electricidad, y su gasto dependerá de la potencia de la caldera y del valor de la energía eléctrica del edificio en el que se encuentre. Las calderas eléctricas están reguladas por un termostato de energía calorífica al nivel necesario. Tienen en cuenta tanto la temperatura ambiente como la temperatura externa.
Dicho aparato trabajará más tiempo a la mínima potencia, realizando menos operaciones de apagado y encendido. Así se proporciona ahorro en el consumo eléctrico. Además, se puede regular la temperatura a la que conduce la caldera, el circuito de calentamiento del agua en función de la temperatura exterior.
Por otro lado, cuentan con una modulación. Es decir, una adaptación automática de la potencia necesaria para las necesidades de calefacción de la instalación.
Este tipo de calderas tienen una vida superior de 30 años. Teniendo en cuenta la vida útil del aparato, el precio es más bajo en relación a este concepto. Por otro lado, no necesitan realizar supervisiones como las que pueden necesitar las calderas de gas.
Desde Mancliar, podemos asesorarte a la hora de escoger la caldera que mejor se adapte a tus circunstancias. Además, contamos con un sistema de instalación para que no tengas ningún problema a la hora de poner en marcha la caldera.
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