¿Qué es un suelo radiante?

Es un sistema que ofrece comfort y comodidad a todo aquel que lo emplee, además es un método muy económico de instalar y el consumo eléctrico es bastante eficiente.

Este sistema está constituido por una tubería que van conectadas formando una red que se coloca por debajo del suelo de la vivienda, de esta manera asegurará templar el lugar en días muy fríos o dar frescura en días realmente calientes.

El funcionamiento de este sistema es bastante básico, por las tuberías circula agua dependiendo de la época, puede oscilar entre los 30ºC o 45°C en invierno y entre 17°C o menos en verano, de esta manera aseguraremos que la zona de los pies este realmente a una temperatura más aceptable y el viento que sople por encima no afecte nuestro comfort, una forma muy relajante de mantenernos cómodos dentro de casa.

¿Cuáles son las ventajas que ofrece este sistema?

  1. Es económico, se puede lograr reducir los gastos en consumo de energía entre un 25% a 30%, además se puede hacer uso de energía renovable como la luz solar para reducir aún más el consumo.
  2. Permite una temperatura uniforme en el lugar, dando sensación de comfort
  3. El riesgo de averías es mínimo, se emplean materiales de alta calidad para asegurar una larga vida útil.
  4. Es un sistema totalmente invisible, al poder ser colocado bajo el suelo permite mayor espacio dentro de la vivienda.

El uso de los sistemas de calefacción por un suelo radiante realmente es una correcta opción cuando de comodidad hablamos, es económico y efectivo.

Su mantenimiento consiste en purgar el sistema una vez al año y revisar las instalaciones periódicamente para verificar un correcto funcionamiento, en caso de que algo no esté funcionando bien es recomendable llamar a un profesional para que haga las revisiones y reparaciones correspondientes.

En otras ocasiones, ya hemos hablado acerca del funcionamiento del suelo radiante y de los radiadores. Por eso, hoy en Mancliar queremos que conozcas más a fondo las características de cada uno de ellos para que puedas escoger cuál es el que mejor se adapta a tu hogar.

Los radiadores y el suelo radiante pueden estar constituidos por sistemas eléctricos o por sistemas de agua. Aunque hoy, hablaremos de los sistemas por agua, ya que son los que tienen un uso más común por los usuarios.

Suelo radiante vs. radiador

Suelo radiante:

La base del funcionamiento del suelo radiante no tiene nada que ver con la que se emplea en los radiadores.

Los sistemas de calefacción por suelo radiante emiten el calor gracias al agua que circula por la red de tuberías bajo el suelo. La temperatura del agua es de 30 a 45ºC, en comparación con el agua de los radiadores, que alcanza temperaturas de hasta 85ºC. Gracias a la baja temperatura del agua, este tipo de calefacción es perfecto para incluir una bomba de calor, la cual emplea la energía renovable del aire para generar el calor, consumiendo así muy poca energía.

Radiador:

Los radiadores emiten y distribuyen el calor procedente del agua que se calienta en la caldera de gas. Estos radiadores calientan el agua a una temperatura de hasta 80 grados, para posteriormente transmitirlos a la estancia en la que se encuentren.

Comparativa

  • Inversión económica: Aunque en el suelo radiante la instalación es más cara, porque la complejidad técnica es mayor, a la larga se consigue consumir menos energía. Por lo que podremos amortizar la inversión.
  • Ahorro económico: El sistema de baja temperatura del suelo radiante proporciona un ahorro de energía frente a los radiadores tradicionales, que necesitan una mayor temperatura, y por tanto, un mayor gasto de energía. Podríamos decir que el suelo radiante consume entre un 10 y un 20% menos que los radiadores.

  • Calor emitido: La temperatura del aire con el suelo radiante es un poco superior a la temperatura del resto de la estancia, y el calor se reparte de forma uniforme. Sin embargo, con los radiadores, el calor se almacena en zonas puntuales de la estancia.
  • Características de la vivienda: El suelo radiante tiene inercia térmica. Esto significa que, cuando se enciende, tarda un par de horas en calentarse todo el sistema, y por lo tanto, en enfriarse. Aunque puede ser una ventaja o un inconveniente dependiendo de las necesidades de los consumidores. Será eficaz en aquellos espacios en los que su uso se de de forma continua, o en zonas frías donde siempre se necesita una temperatura mínima. Por otro lado, el uso de radiadores es más recomendable en estancias en las que el uso de la calefacción sólo va a ser unas horas concretas del día.
  • Calefacción inversa: En verano, se puede conseguir una climatización en la que se refresque el ambiente. Al recorrer el agua por la instalación a 14ºC, proporcionará una sensación de frescor en los meses más cálidos. Sin embargo, los radiadores no tienen esta opción.

Como ves, existen distintas posibilidades en cuanto a calefacción y climatización del hogar. Si quieres conocer los mejores sistemas de calefacción y saber más sobre nuestros trabajos de mantenimiento e instalaciónponte en contacto con nosotros.

 

MANCLIAR

Entradas recientes

Mitos y Realidades sobre el Uso del Aire Acondicionado

Mito 1: El aire acondicionado es malo para la salud.Realidad: Un sistema de aire acondicionado…

3 semanas hace

Detectando las Señales: ¿Cuándo Necesita tu Aire Acondicionado una Revisión?

El aire acondicionado es un componente vital en nuestros hogares y espacios de trabajo, especialmente…

5 meses hace

Tendencias y Tecnologías Innovadoras en Sistemas de Climatización

En la actualidad, la eficiencia energética y el confort son aspectos fundamentales en el diseño…

6 meses hace